miércoles, 23 de abril de 2008

Declaración de intenciones

Que te tomen en serio en un mundo como este siempre es algo complicado. No se trata sólo de la importancia de la primera impresión sino de la saturación que se padece actualmente en la información y la crítica de los videojuegos, una industria endogámica y aún inmadura que intenta a regañadientes encontrar su sitio de una vez.

Esa inmadurez se transmite en general a los análisis de videojuegos, que son desde hace tiempo sencillamente un escaparate, una muestra en forma de manual de instrucciones de lo que nos vamos a encontrar, una objetividad mal llevada a cabo o mal entendida que culmina de forma repentina su abominación con una nota, lo que resulta en ocasiones paradójico. Y como ya he dicho alguna vez, ello es el producto de tomarse todo esto demasiado en serio.

No se transmite, no hay una relación entre la experiencia de juego y la lectura del respectivo análisis, no se entiende todavía el concepto de crítica de videojuegos y asistimos a un destripe de datos insustanciales que no expresan qué puede llegar a sentir el jugador o qué sentido tiene el juego en cuestión. La crítica de una película no te explicará quién es cada personaje del argumento ni te enumerará los diferentes escenarios, uno a uno, en los que tiene lugar. Y en cambio, eso en general en el ámbito de los juegos sucede, no se llega a constituir una idea concreta alrededor del juego ni se concibe una crítica con personalidad alrededor de la misma. Son meros panfletos.

Por eso decidimos obviar todo eso y aportar nuestro granito de arena desde un punto diferente. Queremos opinión, queremos críticas que reflejen lo que aporta el juego, donde la nota sea un simple anexo pero que a la vez sean perfectamente válidas para formarse una idea del mismo, y que no malgasten doce páginas explicando las increíbles posibilidades de la animación facial de un personaje. Que habrá a quién le guste y sin duda nunca está de más, pero no aquí. Nosotros no nos tomamos en serio a nosotros mismos. Ya os lo digo ahora.

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